Ensayo 2 y Reflexión final
Estimado profesor, estoy enviando el primer ensayo.
Hablar hoy de los procesos humanos es relacionar nuestra existencia con el desarrollo de la tecnología en todos sus ámbitos. Pero hay un campus tecnológico que ha revolucionado la historia humana y la ha acelerado en gran medida, creando nuevos modelos de vida, nuevas concepciones filosóficas, sicológicas, neurológicas, pedagógicas, educativas, en fin, la interacción de la creación humana, la cultura en amplia proyección, ha alcanzado niveles planetarios.
Una de las áreas tecnológicas más avasallantes son las de la información y la comunicación (Tics). Las mismas han tenido un impacto transformador en diversas esferas de la sociedad mundial: las comunicaciones sobre todo, la laboral, la doméstica, la industrial, la científica, entre otras. Pero, es indudable, que unos de sus mayores impactos ha sido en el campo educativo, porque de él se desprenden otros quehaceres vitales de la sociedad.
Por ello, no podemos escapar a este impacto ni pretender eludirlo, so pena de voltearnos de espaldas a un proceso que, queramos o no, nos rebasará. Es tan amplia su acción y utilidad en los procesos educativos y tal su eficacia que complica todas las capacidades humana que permiten el aprendizaje y la enseñanza.
La utilización de las Tics ha renovado la educación, ha motivado el desarrollo rápido de la capacidad innovadora humana a un costo menor en un número considerable de individuos al mismo tiempo. Esto significa que la brecha económica se acorta. Por otro lado, esta tecnología está planteando soluciones a los grandes gastos en materia educativa de los países, porque evita las inversiones en infraestructuras gigantescas y otras necesidades comunes del quehacer educativo. También, se utilizan con mucho acierto en el desarrollo de la inteligencia, factor determinante para la innovación.
Con lo planteado reconocemos las virtudes de esta tecnología, pero al momento de plantearnos la interrogante acerca de cuáles son los desafíos de la educación del siglo XXI no podemos dejar de reflexionar en torno a un hecho, que como venezolanos, nos toca profundamente, y es el hecho de que nuestros desafíos van más allá del uso tecnológico. Veamos.
Durante las tres últimas décadas del siglo XX, la educación venezolana, latinoamericana y mundial inicia una crisis, considerada profunda por muchos especialistas, debido a que en ella se conjugaron conflictos económicos, políticos y sociales. Esta crisis, la cual a mi juicio aún persiste, generó sendas reflexiones que intentan dar respuesta, desde las múltiples perspectivas y objetivos del quehacer educativo y su adecuación a los tiempos, a lo que Ortega y Gasset denominó “la altura de los tiempos”.
Hace algunos años, el pedagogo Pierre Furter (1970), en su libro Educación y reflexión, nos dejó un planteamiento interesante, el cual quiero compartir para intentar dar respuesta a esta interrogante. Este planteamiento es el problema de la relación estrecha entre el proceso educativo y el tiempo humano.
La educación entraña, en sus razones lógicas del devenir histórico-social, una transformación personal de los seres humanos, valga la redundancia. La preocupación de la educación, para Furter, es siempre temporal, pues esta no se explica fuera de su tiempo, por eso frases como “educación del futuro”, entre otras, son atemporales, ambiguas y peligrosas.. Lo que permanentemente hace la educación es nuevas interpretaciones de un hecho viejo.
Se aprende durante toda la vida y hasta la adultez humana es perfeccionable. De tal manera, que actuar y reflexionar la educación es cambiar profundamente el futuro del adulto. Siempre el proceso de educativo debe plantear perspectivas nuevas y posibilidades de realización y perfeccionamiento. Un proceso educativo verdadero debe repotenciar las posibilidades de readaptación y creación que posee todo ser humano.
En este sentido, Furter afirma que la educación “tendrá como función principal, permitir al hombre realizarse a partir de la situación concreta y global en la cual está inmerso” (p.101). La generación presente debe permitir a la siguiente afirmarse en nuevas y plenas posibilidades de realización humana. La educación, entonces, no puede ser conservadora ni adaptadora, sino temporal, debe ser “la manera de organizar la temporalidad vivida para que sea plena y autocríticamente significativa” (p.102). He aquí, desde mi punto de vista, el gran reto, el gran desafío de la educación del siglo XXI.
Bibliografía:
NOTA: Todo lo planteado es mi reflexión, sólo utilicé el libro de Furter.
FURTER, Pierre. (1970). Educación y Reflexión. Uruguay: Tierra Nueva. 116 P.
Hablar hoy de los procesos humanos es relacionar nuestra existencia con el desarrollo de la tecnología en todos sus ámbitos. Pero hay un campus tecnológico que ha revolucionado la historia humana y la ha acelerado en gran medida, creando nuevos modelos de vida, nuevas concepciones filosóficas, sicológicas, neurológicas, pedagógicas, educativas, en fin, la interacción de la creación humana, la cultura en amplia proyección, ha alcanzado niveles planetarios.
Una de las áreas tecnológicas más avasallantes son las de la información y la comunicación (Tics). Las mismas han tenido un impacto transformador en diversas esferas de la sociedad mundial: las comunicaciones sobre todo, la laboral, la doméstica, la industrial, la científica, entre otras. Pero, es indudable, que unos de sus mayores impactos ha sido en el campo educativo, porque de él se desprenden otros quehaceres vitales de la sociedad.
Por ello, no podemos escapar a este impacto ni pretender eludirlo, so pena de voltearnos de espaldas a un proceso que, queramos o no, nos rebasará. Es tan amplia su acción y utilidad en los procesos educativos y tal su eficacia que complica todas las capacidades humana que permiten el aprendizaje y la enseñanza.
La utilización de las Tics ha renovado la educación, ha motivado el desarrollo rápido de la capacidad innovadora humana a un costo menor en un número considerable de individuos al mismo tiempo. Esto significa que la brecha económica se acorta. Por otro lado, esta tecnología está planteando soluciones a los grandes gastos en materia educativa de los países, porque evita las inversiones en infraestructuras gigantescas y otras necesidades comunes del quehacer educativo. También, se utilizan con mucho acierto en el desarrollo de la inteligencia, factor determinante para la innovación.
Con lo planteado reconocemos las virtudes de esta tecnología, pero al momento de plantearnos la interrogante acerca de cuáles son los desafíos de la educación del siglo XXI no podemos dejar de reflexionar en torno a un hecho, que como venezolanos, nos toca profundamente, y es el hecho de que nuestros desafíos van más allá del uso tecnológico. Veamos.
Durante las tres últimas décadas del siglo XX, la educación venezolana, latinoamericana y mundial inicia una crisis, considerada profunda por muchos especialistas, debido a que en ella se conjugaron conflictos económicos, políticos y sociales. Esta crisis, la cual a mi juicio aún persiste, generó sendas reflexiones que intentan dar respuesta, desde las múltiples perspectivas y objetivos del quehacer educativo y su adecuación a los tiempos, a lo que Ortega y Gasset denominó “la altura de los tiempos”.
Hace algunos años, el pedagogo Pierre Furter (1970), en su libro Educación y reflexión, nos dejó un planteamiento interesante, el cual quiero compartir para intentar dar respuesta a esta interrogante. Este planteamiento es el problema de la relación estrecha entre el proceso educativo y el tiempo humano.
La educación entraña, en sus razones lógicas del devenir histórico-social, una transformación personal de los seres humanos, valga la redundancia. La preocupación de la educación, para Furter, es siempre temporal, pues esta no se explica fuera de su tiempo, por eso frases como “educación del futuro”, entre otras, son atemporales, ambiguas y peligrosas.. Lo que permanentemente hace la educación es nuevas interpretaciones de un hecho viejo.
Se aprende durante toda la vida y hasta la adultez humana es perfeccionable. De tal manera, que actuar y reflexionar la educación es cambiar profundamente el futuro del adulto. Siempre el proceso de educativo debe plantear perspectivas nuevas y posibilidades de realización y perfeccionamiento. Un proceso educativo verdadero debe repotenciar las posibilidades de readaptación y creación que posee todo ser humano.
En este sentido, Furter afirma que la educación “tendrá como función principal, permitir al hombre realizarse a partir de la situación concreta y global en la cual está inmerso” (p.101). La generación presente debe permitir a la siguiente afirmarse en nuevas y plenas posibilidades de realización humana. La educación, entonces, no puede ser conservadora ni adaptadora, sino temporal, debe ser “la manera de organizar la temporalidad vivida para que sea plena y autocríticamente significativa” (p.102). He aquí, desde mi punto de vista, el gran reto, el gran desafío de la educación del siglo XXI.
Bibliografía:
NOTA: Todo lo planteado es mi reflexión, sólo utilicé el libro de Furter.
FURTER, Pierre. (1970). Educación y Reflexión. Uruguay: Tierra Nueva. 116 P.
Ensayo 2
Ante la pregunta ¿Cómo nos estamos preparando para enfrentar el reto de la educación del siglo XXI? queremos adentrarnos en la respuesta que, desde el Estado venezolano, se le está dando a esta interrogante. Venezuela adelanta un proceso de adecuación y actualización de los docentes a nivel nacional en un proyecto educativo que ha denominado “Educación Bolivariana”. El modelo educativo propuesto está centrado en el ser humano, en el ser social; y se caracteriza por platear una educación humanista, liberadora, democrática, participativa, con equidad y calidad, transformadora permanente e integral.
Esta propuesta educativa abarca al hombre como totalidad, lo concibe en su historicidad, propugna la realización plena del ser humano y concibe el proceso enseñanza aprendizaje como una unidad compleja humana, total e integral. Para ello, entre otros aspectos, esta educación hace uso pedagógico de las Tecnologías de la Información y la comunicación como factor para el desarrollo del país.
En el enfoque pedagógico que se hace para el uso de las Tics en el proceso pedagógico, entiende que las mismas están al servicio del desarrollo de competencias y al fomento de valores sociales y humanos, de tal manera que:
Constituyen un medio de aprendizaje que permite el desarrollo de estrategias, actividades, contenidos y recursos didácticos
Facilita la inclusión de ciudadanas y ciudadanos a entornos basados en TIC
Se puede prestar atención integral del individuo
Impulsan la investigación desde la praxis pedagógica
Fomentan la participación protagónica del estudiante
Facilitan la construcción colectiva del conocimiento
Potencian el aprendizaje significativo y contextualizado
Promueven la cooperación, reciprocidad y corresponsabilidad entre los Estudiantes Docentes y Comunidad
Coadyuvan en el desarrollo de proyectos pedagógicos basado en el principio de integración
Sistemáticamente, el gobierno ha ido estructurando una red de espacios que permitan la consecución de este modelo educativo. Así surgen: El proyecto Centros Bolivarianos de Informática y Telemática (CBIT) con aulas multimedias; Renadit, para Articular los esfuerzos de Docentes, Instituciones educativas y especialistas de las diferentes áreas del conocimiento para impulsar el uso de las Tics en el proceso de enseñanza aprendizaje con la finalidad de elevar la calidad de la praxis pedagógica; y un plan de formación docente en el uso de las Tics.
Actualmente se está realizando un curso, desarrollado por municipios, cuyo fin es preparar al docente venezolano en el Nuevo modelo educativo. Además de explicar las bases legales, filosóficas y pedagógicas, así como la estructura del mismo, hace especial énfasis en el uso de las Tics y en la necesaria y obligada preparación del docente en el uso de la tecnología. En este curso no se insta al docente para el recurso tecnológico, sino que en la aplicación del nuevo modelo debe utilizar las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Como podemos ver, hay un gran esfuerzo por parte del Estado venezolano para que nuestra educación marche el ritmo de los tiempos presentes. Esta plataforma que se está creando oblige entonces, no sólo a docents de aula, sino a directivos también, a velar para que desde las escuelas se propicie con efectividad el uso de los medios tecnológicos.
Todo este modelo dirigido desde el Estado, en una proyección de futuro muy cercano, nos acercará a una nueva generación, a im individuo nuevo con otra manera de actuar, sentir y vivir. En otros paises este proceso va ya en franca escalada. Nuestros jovenes formarán parte, entonces, de manera masiva, a la denominada “Generación Net”
Según Ramón Ferreiro, esta generación comienza a gestarse a fines de la década de los años ochenta del recién pasado siglo, pues la irrupción de las tecnologías de la información y las comunicaciones, llevada a cabo esos años, da inicio a un cambio de época, a “una nueva época social”, que imprime a sus actores características peculiares.
Siguiendo al autor, a esta generación se le define como tecnofílica, con gran apetito por lo nuevo, consumista, abierta al cambio, activa, visual, con capacidad para el intercambio, emprendedora, con proceso de atención de amplio margen, entre otras. Estas características nos colocan ante unos individuos ávidos de movimiento y ruqiezas visuales y auditivas.
Como podemos ver, a la escuela actual se le presenta un reto, resunido en la urgencia de nivelar la acción pedagógica con la dinámica de vida que estan marcando las Tics. De manera que la escuela, de cara al siglo XXI debe responder a esta necesidad. Por ello, el Estado venezolano a través del sistema educativo venezolano impulsa desde arriba el necesario cambio. De otra manera el p`roceso será lento porque se ha observado una gran resistencia por parte de los docents a asumir estos cambios. Gran cantidad de docentes venezolanos están atrincherados en sus viejas prácticas y hasta satanizan el uso de la Tecnología. Con el curso para la adecuación al sistema educativo bolivariano, anteriormente señalado, esta resistencia tiene que morir y las escuelas pronto se encaminarán hacia esta nueva realidad.
Todo esto nos permite soñar, sobre bases firmes, con una nueva escuela, donde los estudiantes podrán adecuar su realidad externa con la vivida al interior de los recintos académicos. En un futuro los venezolanos estaremos preparados para atender los desafíos del siglo, caracterizados por cambios acelerados y masificación de culturas. Esperamos con alegría el nuevo tiempo.
Consulta realizada:
Ferreiro, Ramón. (S/F). El reto de la educación del siglo XXI:
la generación N. (No aparecen más datos)
Pérez Vera, Alba Consuelo, Directora General de Currículo y Pinto Iriarte Maigualida, Equipo Técnico de Currículo La Educación Bolivariana. (2007) Caracas: Ministerio del Poder Popular para la Educación. Material preparado para las Jornadas de Formación Docente.
REFLEXIÓN FINAL
En clase el docente planteó una interrogante que a primera vista parece tener una respuesta muy simple, pero cuando reflexionamos en torno a ella nos damos cuenta que tal simplicidad es en realidad su más profunda complejidad. La pregunta fue ¿Cómo te sentiste al aprender de la tecnología y al aprender con la tecnología?
La primera cuestión que llega a mi mente es ¿Cómo entender eso de aprender de la tecnología? Creo que esto refiere a la manera cómo la tecnología nos va aportando, no sólo nuevos conocimientos, sino también destrezas para acceder a ella. La tecnología nos interpela, nos lleva a una reflexión necesaria y revisión profunda de las prácticas pedagógicas que desarrollamos. Ella nos enseña que desde lom lúdico, lo visual, lo dinámico, lo interactivo, el conocimiento es más factible y el aprendizaje más significativo. Nos reta a cambiar paradigmas asentados en la inhabilidad del docente, sino que nos humaniza y nos hace humildes al presentarnos el inmenso mundo de la innovación humana y nos úbica como piezas minúsculas de un gran movimiento de dimensiones planetarias. Para mí ha sido un privikegio divino que pueda vivir este siglo que voltea la tortilla: El docente que instruye al docente que se instruye enseñando.
En cuanto a la otra consideración de la pregunta, aprender con la tecnología, es ya un proceso dual: alumnos gestores de su aprendizaje y docentes que acompañan dicho aprendizaje. La tecnología abre un mundo inmenso de alternativas para enriquecer la estrategia pedagógica. Logra cautivar los sentidos del estudiante y los atrapa en un espacio mágico que hace del conocimiento no una tarea sino un proceso que a veces pasa desapercibido pero que los efectos son permanentes. El alumno aprende de manera amena y con la libertad ante un docente que lo está orientando, no sojuzgando. En fin, desde mi propia experiencia en esta maestría, el aprendizaje ha sido inmensamente ameno, y no exagero, he aprendido con la alegría que producen los momentos de placer.